El panorama de los dispositivos móviles se encuentra en un punto jamás visto. La variedad de gamas y de prestaciones que ofrecen los smartphones, nos dan facilidades para tener un teléfono que se adecue a nuestras necesidades. No obstante, la marea de diferentes móviles del mercado nos complica el encuentro de nuestro dispositivo ideal. Es por eso que es muy importante saber qué factores hay que tener en cuenta a la hora de comprar un nuevo móvil y ajustarlo a tu presupuesto.
El panorama de los dispositivos móviles se encuentra en un punto jamás visto. La variedad de gamas y de prestaciones que ofrecen los smartphones, nos dan facilidades para tener un teléfono que se adecue a nuestras necesidades. No obstante, la marea de diferentes móviles del mercado nos complica el encuentro de nuestro dispositivo ideal. Es por eso que es muy importante saber qué factores hay que tener en cuenta a la hora de comprar un nuevo móvil y ajustarlo a tu presupuesto.
Lo primero que tienes que pensar antes de comparar dispositivos móviles es qué uso le darás. Esto delimitará tus necesidades frente un móvil u otro y te ayudará a acotar mejor la búsqueda en cuanto a la relación calidad-precio. No es lo mismo un uso estándar del smartphone (llamadas, uso de redes sociales…), que un uso profesional (constante conexión a la red, aplicaciones de mucho consumo…).
De los múltiples factores a tener en cuenta al comprar, hay algunos que suelen ser más recurrentes. Uno de ellos es la duración de la batería. Pese que la mayoría de los móviles ostentan una buena cantidad de miliamperios (mAh), la potencia no es lo único a comparar.
La optimización del sistema operativo es importante también, ya que cuanto más optimizado esté dicho sistema, menos se consumirá de batería. Por otro lado, el uso que le darás al dispositivo es clave a la hora de comprar el móvil. Un uso estándar consume menos batería que un uso profesional, por lo que no harán falta una cantidad de mAh desorbitada.
Otro factor muy valorado es el almacenamiento interno. No nos engañaremos, disponer de almacenamiento extra, nunca está de más. Sin embargo, no tiene por qué ser necesaria una gran cantidad de GB. Hay supuestos en que el almacenamiento pasa a un segundo plano. El uso de almacenamiento en línea y en la nube permite una menor necesidad. Asimismo, disponer de un dispositivo móvil con tarjeta SD permite tener de más capacidad sin necesitar de muchos GB. Es por esto que móviles con almacenamiento de 64 o 128 gigas son suficientes ante un uso estándar.
La cámara es un factor muy a tener en cuenta. La sustancial mejora de las fotografías hechas por dispositivos móviles es plausible en las nuevas generaciones de smartphones. Ahora, seguimos confundiendo los megapíxeles como el indicador único de calidad fotográfica. Pese que cuanta mayor cantidad de megapíxeles comportará mejor cámara, tenemos que tener en cuenta aspectos como el desempeño con poca luz, la definición o la captación del color. Para encontrar el móvil con la cámara que más se adapte a tus necesidades, es indispensable comparar modelos en base a diferentes parámetros que no solo sean megapíxeles.
Un factor muy importante para la mayoría de los consumidores es el tamaño del dispositivo y de la pantalla. Y es que es un factor principal a la hora de adquirir un móvil y que se debe adecuar al uso que le vayas a dar. En caso de utilizar el teléfono para consumir multimedia o disfrutar de videojuegos, es deseable tener una pantalla de más de siete pulgadas. En cambio, si eres un usuario que prioriza la manejabilidad del dispositivo, te bastará con pantallas de seis pulgadas o menos, ya que las aplicaciones básicas como redes sociales o navegadores se adaptan correctamente.
Otros aspectos relacionados con el tamaño son el tipo de pantalla y la resolución. Las pantallas OLED son geniales para disfrutar de la totalidad de colores de las imágenes. Además, el precio de estos tipos de pantalla se ha abaratado en los últimos años. Asimismo, el tipo de pantallas LCD también dan buenos resultados y son más accesibles que las OLED. Por lo que hace a la resolución, hay que centrarse en la densidad de píxeles por pulgada. Lo ideal es que supere la pantalla supere los 300 ppp, pero una resolución menor a esta cifra también es óptima.
