En la era digital en la que vivimos, la pregunta de cuál es la mejor edad para dar un teléfono móvil a los niños es una que preocupa a muchos padres. La tecnología móvil se ha convertido en una herramienta ubicua en la vida cotidiana, pero su introducción en la vida de los niños es un tema de debate constante.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística sobre Equipamiento y uso de TIC en los hogares, con datos de 2022, el 69,5% de los menores entre 10 y 15 años utiliza teléfono móvil, con una mayor incidencia en los niños y niñas a partir de los 13 años.
En este blog, exploraremos las diversas perspectivas y consideraciones que los padres deben tener en cuenta al tomar esta importante decisión.
La Edad y la Madurez del Niño
No hay una respuesta única que sirva para todos los niños. La decisión de darle un teléfono móvil a un niño depende en gran medida de su madurez y su capacidad para entender y manejar la responsabilidad que conlleva. Algunos niños pueden estar listos a una edad temprana, mientras que otros pueden necesitar esperar hasta la adolescencia. Los padres deben considerar si su hijo es lo suficientemente maduro como para seguir reglas básicas y comprender los peligros asociados con el uso de un teléfono móvil.


Propósitos y Limitaciones
Un factor clave a considerar es el propósito detrás de darle un teléfono móvil al niño. ¿Es principalmente para estar en contacto con los padres o para que puedan comunicarse con amigos? ¿Se utilizará para tareas escolares o para acceder a contenido educativo? Los padres deben establecer límites claros y comunicar las expectativas sobre el uso del teléfono. También es importante supervisar y, en su caso, restringir el acceso a ciertas aplicaciones o contenido inapropiado.
Seguridad en Línea
Los peligros en línea son una preocupación creciente para los padres. Los niños pueden estar expuestos a contenido inapropiado o incluso a situaciones de ciberacoso. Enseñar a los niños acerca de la seguridad en línea es fundamental, sin importar la edad a la que se les entregue un teléfono móvil. Los padres deben estar dispuestos a mantener una comunicación abierta con sus hijos y monitorear su actividad en línea para garantizar su seguridad.

